El futuro de la administración de salud y el análisis de datos 

Cuando hablamos de Big Data decimos grande, muy grande. Ingentes cantidades de datos, miles de millones de datos, miles de billones de datos. Datos masivos que se almacenan en supercomputadoras que se conectan y se comunican entre sí. 

Ni todas las bibliotecas del mundo pueden almacenar la mínima cantidad de datos que se pueden guardar hoy en día en una súper computadora. En ella caben todos y cada uno de los libros que hay escritos hasta ahora, en papel y en digital, todas las fotos, videos, audio, mensajes…

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Solo que, a diferencia de la información contenida en un libro y de los libros guardados en el estantes de una biblioteca, los datos digitales no tiene un sentido claro, son solo eso… datos. 

Localizaciones de dispositivos, usos de batería de celulares, búsquedas realizadas en internet, el tiempo que pasa un usuario frente a la pantalla, horóscopos, perfiles de redes sociales, páginas web de marcas, el mapa del mundo entero, libros electrónicos, el número que calza un comprador de zapatos en e-commerce, las instrucciones para usar un programa informático, videos de gatos…

Tenemos toda la información disponible pero hace falta organizarla, clasificarla y, lo más importante, correlacionarla.