La crisis ha existido siempre y en distintos aspectos, tales como económicos, políticos y sociales. Aquellos que vienen a romper con la estabilidad tanto de personas como de compañías haciéndolas menos resistentes ante eventualidades como las que hemos estado viviendo.

Estos cambios impulsan -a menos que haya resistencia- a líderes a cambiar de estrategia y modificar el mapa de visión hacia el futuro, todo con el fin de hacerle frente a una constante batalla.

La primera crisis en nuestro país en términos económicos, fue en el año 1929, teniendo como resultado pérdidas considerables, devaluaciones y disminución adquisitiva en los salarios mínimos.

Qué decir de los cambios políticos y sociales como apropiación de territorios, desacuerdos en el gobierno del presidente actual, duraderas protestas de igualdad de género, movimientos con violencia, entre otros más.

Todo este contexto involucra a las empresas, que viven directa o indirectamente cualquier crisis que aparezca solicitando una pelea para ver quién es el primero que sale a flote.

Incertidumbre para las empresas

Cuando tu experiencia en un aeropuerto cambia -poniéndolo como ejemplo-, donde tus boletos están en la palma de tu mano sin necesidad de imprimirlos, donde el Check-In es una experiencia de pocos minutos o recordatorios de tus viajes pendientes según tus búsquedas en Google...eso es transformación digital.

Las situaciones actuales de las compañías tienen el mismo nivel de incertidumbre que los factores expuestos anteriormente, pues la crisis no deja de aparecer o más bien, aparece sorpresivamente para comenzar la batalla que nombraremos: quedarse atrás VS elegir la transformación tecnológica.

En la actualidad, los negocios sean grandes o pequeños se enfrentan con grandes cambios, echemos un vistazo a lo que ha ocurrido pocos meses atrás: la pandemia por Coronavirus, ésta que, sin hacer distinción de país, estado económico o tipo de empresa, despierta la duda de ¿qué va a suceder?, ¿qué tipo de crisis es la que voy a sufrir? cambiando totalmente la forma de trabajar como la implementación del home office y el recorte de personal o salarios.

Ante la crisis la batalla de la tecnología

Cuando los riesgos son totalmente evidentes, éstos empujan a las compañías a darle frente con batalla tecnológica y transformación digital, pues estos ya son vistos como recursos que evolucionan a la par de productos y servicios mejorando su calidad además de satisfacer múltiples necesidades.

Un ejemplo reciente es la introducción de nuevos productos digitales en el área de la salud, construyendo un nuevo escenario de atención inmediata a aquello que necesita la compañía de seguros, el médico y el paciente.

Herramientas de transformación digital como webapps para gestionar con mayor facilidad información sensible, aplicaciones que ayudan a visualizar historia clínica o las mismas teleasistencias para luchar contra virus como el COVID-19 comprueban que muchos no se quedan atrás.

Quedarse atrás sería rendirse sin antes probar otro modelo de negocio o reestructuración comercial o hacer del miedo al cambio un aliado erróneo. Quedarse atrás sería dejar de experimentar e innovar tecnológicamente para que el resultado sea: una batalla más con 0 puntos a favor.